Ser y nada
- “¡Hijo de putain! ¡Cabrón! ¡Poco hombre! Va-t´en au diable! ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Cómo pudiste elegir esto?”
… Silencio.
- “Sin duda, madame de Beauvoir. Es natural que esté desolada frente a la muerte de su amante.”
… Silencio. Un sollozo ronco y breve.
- “Aquí termina la sesión. Nos vemos la próxima semana.”, dijo el senil Jacques-Marie Lacán.
Arturo Ignacio Peón
domingo, 16 de marzo de 2008
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