miércoles, 22 de abril de 2009

1. Muerte

A sus 10 años Armando no sabía mucho de la vida. Iba a la escuela, en el salón 5.B en donde prefería hacer bolitas de papel con saliva y soplarlas con su cerbatana hecha de una pluma bic. Miss Patty ya le había confiscado ocho cerbatanas. Pero cada tarde decía Armando a su mamá: "Mami, me das una pluma nueva?" y su mami sacaba una nueva bic reluciente, con tapa azul brillante de una cajita que tenía escondida en su clóset. Armando tenía su pluma para escribir, sin tapa, mordida por la parte de atrás, casi hasta la mitad, pero tenía mucha tinta todavía, el tubito salía por el hueco mordido. Esa tarde Armando hizo muchas bolitas de papel con saliva usando la hoja de hasta atrás de su cuaderno verde de biología. Juntó todas las bolitas en una mano; en la otra, la cerbatana y salió corriendo para molestar a Puchy el perrito French Poodle del vecino que tanto odiaba. Armando no traía zapatos, estaba en calcetines, verdes olivo, los del uniforme. Sus zapatos negros estaban a la entrada de la casa, donde los había dejado sin desabrochar. Le gustaba sacárselos por atrás presionando con los dedos al talón del otro pie. Por eso su mamá se molestaba mucho, pues los "aguadaba". A Armando eso no le importaba mucho. Estuvo toda la tarde haciendo bolitas de papel con saliva sentado en la sala de tele, mientras las hacía, entreveía "Don Gato", ese capítulo de Lazlolosla ya se lo sabía de memoria. Los calcetines ya estaban holgados y las puntas largas colgaban de los dedos de sus pies.
Cuando bajó el primer tramo no reparó en sus calcetines, sólo venía pensando cómo iba a molestar al Puchy. Fué hasta que bajó el quinto escalón del segundo tramo, cuando durante medio segundo pensó "Chin mi mamá me va a regañar". Pero no, Alicia no lo volvería a a regañar nunca por correr en calcetines por las escaleras. Armando resbaló del escalón de mármol y cayó con la nuca en el primer escalón. Murió al instante.

Geraldina González de la Vega

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