miércoles, 22 de abril de 2009

4. Muerte

Estoy en el andén, sigo pensando si hice bien, sino me voy a arrepentir una vez que venga el tren. Dejé la cama hecha, los platos lavados, que él los acomode después en el mueble. Están anunciando mi tren, viene con 5 minutos de retraso. ¿Lo harán a propósito? para que me lo piense bien o ¿qué? Las niñas están con su abuela Lupe, ya llevan un mes con ella, deben extrañarnos horrores. No quiero pensar en ellas y en lo qué voy a hacer, qué van a pensar, cómo se van a sentir. Me preocupa, pero no tengo otra salida. Ellas son muy unidas.
No le cambié la toalla, que se seque con la que tiene hasta que se le desintegre, me vale. Mi toalla la eché a la ropa sucia, ya a ver quién lava después. Seguro que ni cuenta se da de que me llevé mis cosas del baño, mi cepillo de dientes, mi gel para la cara, la crema de noche, la crema de manos de mi buró, la crema para el cuerpo, mi desodorante, mi bolsa de pinturas. El perfume lo dejé porque ya no quedaba mucho, me eché las gotas que quedaban, como siempre guardé el frasco vacío en la gaveta. Cuantas mugres cargamos las mujeres, ahora recuerdo los chistes de las bolsas ¿no?, ¡ja! yo soy así. Pero nadie como Adriana, ella si carga un super y una farmacia en la bolsa, ¿Cómo es que no se ha jorobado? Le ha de doler la pinche espalda en la noche.
¿Pinche? pinche el tren que no llega y yo sigo pensándomela. Muy machita cuando cogí mis cosas, cuando hice mi maletita y dejé su regalito bajo la cama. Seguro que ni se fija, hasta que no lo llame "la boa" que tiene en el estómago y quiera comer. ¡Ja! a ver qué traga el cabrón, porque a propósito no fuí al super a comprarle sus yogurts de dieta, ni su frutita tan sana, ay como me caga cuando se come la manzana y repite "one apple a day, keeps the doctor away". ¡Ay si tú muy gringote y muy sanote! Tampoco hay cervezas, ni su "Absolut Mandarin", pura mamada, en su pinche vida ha probado un buen vodka. Se va a poner como loquito a buscar por todos lados, a ver si encuentra algo. En una de esas ni llega, como hace 3 meses. La verdad me vale, él, su vida, sus problemas, sus hermanos. Cuando tenía yo 18 siempre pensé que iba a formar una familia feliz, de esas que dibujas de niña, parada frente a una casita de doble agua, un árbol de manzanas y hasta una cosa café que se supone es un perro. Los padres se abrazan mientras uno carga al más pequeño y el otro da la mano al más grande, que trae una pelota o una muñeca, según ¿no? -Nunca pensamos en hijos gays, jajaja, ¡se muere el cabrón!

Hasta que llegamos a Florencia y me emperré. Era mi sueño que me pidiera que nos casáramos, el Ponte Vecchio, la puesta de sol, en fin. Claro, era lo más fácil entonces. Con la muerte de mis papás, no tenía otra cosa en la cabeza que dejar la casa de Santa Catalina. Nunca pensé que fuera a resultarme peor. Mira que yo pensé que con el Chino me iría mal, y lo dejé, me dolió. Más que hoy. Y ahora el Chino con su familia tan linda.
Anuncian que mi tren tiene 15 minutos de retraso. ¡Carajo! Lo que quieren es que vuelva. Se me hace que son cómplices. Claro en esta sociedad machista así son, así deben pensar hasta los conductores "pinches viejas pa' que no anden pensando en dejar sus deberes, atrasamos los pinches trenes, así se la piensan bien las mariconas."
Desde que empezamos con este estúpido viaje de reconciliación. Todo por que en la empresa decidieron mandarlo a tomar unos cursos a Alemania. 3 semanas más en ese pueblete de Neindorf, ni siquiera aquí en Wolfsburg donde esta la planta. Es horríble, aburrido, gris, alemán pues. A ver qué hace ahora ahí. ¡Chin! no pensé que podría llamar a la policía. ¡Ja! ahora me van a buscar como a Madeleine, la inglesita que perdieron sus papás en Protugal, ah que pendejos esos, de veras, pero bueno, luego uno critica y ni sabe, alomejor la niñita era igual de insufrible que este cabrón, ja.
10 minutos más, ay. El día de nuestra boda me tardé 10 minutos más en llegar, no llegué puntual. Me reclamó en el altar, ahí debí de haber huído y no con cuatro hijas y arrugas en la cara. Desde hace 7 años uso crema de noche, ¡que espanto! Él no. y debería, porque parece pasita, con esas asoleadas que se mete en las camas de su club, parece que mete la cabeza al microondas, pero él se siente galán con el cutis café y achicharrado y como es re-gatero, no hay nadie de confianza que le diga la verdad.
No tengo cara de fugitiva, no puede ser que ya se haya dado cuenta. El hombre de alado me ve más bien raro, por tanto que escribo, ¡ja! debe pensar que soy una "serial killer" de esos que llenan cuadernitos y cuadernitos. Pero yo que dejé de escribir mi diario cuando me casé, decidí retomarlo hoy, por última vez.
Me acuerdo ese pinche día "Lima, calor y gripa", lo tuve que pasar echada en el parque cerca al Hotel Esmeralda de Lima. Escribe y escribe. Ay como me dolía el corazón esos días. Hacía ya 17 años que no escribía y ahora no puedo parar. Mis poemas al Chino, mis deseos, mis sueños. Nunca aprendí un tercer idioma, nunca viví sola, nunca dí una fiesta en una gran terraza.
Es hora. Ya llegó el tren. ¡Vaya, carajo!
Amanda cogió su maletita y se arrojó a las vías, exactamente frente al ICE que pasaba cruzando la estación de Wolfsburg con rumbo a Hannover. "Achtung, auf Gleis 7 fährt ein Zug vorbei!"

Geraldina González de la Vega

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